Lo mejor y lo peor
Salió el Dépor con las novedades de ver al turco Çolak de enlace con Andone. El cambio por Fajr aclaró las ideas del equipo y por fin se pudo ver un organizador con cabeza y buena técnica acertando con la distribución del juego. Las dos bandas funcionaron gracias a la buena labor en la izquierda de Marlos Moreno y Luisinho y en la derecha de Juanfran y mucho menos Bruno Gama que sigue estando muy apagado.
Después de 3 partidos sin marcar, el Dépor por fin conseguía deshacer el gafe con una fantástica jugada en el minuto 30 que comenzó en las mágicas botas del hobbit turco que pasa a Marlos, este se la deja a Luisinho y dentro del área Borges remata a placer.
El partido pudo quedar sentenciado pocos minutos después, si el centro de Luisinho interceptado por el pie de un defensor del Leganés no hubiera pegado en el travesaño.
Y tras una primera parte en el que el Leganés a duras penas inquietó a Lux, llegó el desastre.
A pesar de otro palo, el del cabezazo de Andone nada más reanudarse el partido, no llegó el esperado 2 a 0.
Lo que hasta entonces había sido el motivo de mayor esperanza de este equipo fue su talón de Aquiles. La férrea defensa fue incapaz de parar la primera arremetida seria del Leganés. Omar Ramos se vale el solito para invetarse una jugada en la mitad del campo del Dépor, pegado a la banda. Se va hasta de cinco jugadores a lo Diego Armando Maradona. Marlos Moreno, Luisinho, Borges, Arribas (fuera de su posición) y Mosquera no puede parar. Pasa a su compañero después de casi llegar a la frontal del área a Luciano Neves que pasa a su compatriota Gabriel. Este se va por la parte izquierda del interior del área con la defensa totalmente descolocada después de la "desfeita" de Omar, da el pase de la muerte a Luciano y bate sin marca con facilidad de cabeza a Lux del que no esperamos que vaya a parar ese tipo de balones elevados. Bastó un tipo que hiciera de señuelo y una jugada rápida para destrozar la mejor arma, hasta ahora, del Dépor. El mito destrozado.
El segundo gol, 7 minutos después. La jugada empieza en un mal despeje de Borges, muy gris los últimos partidos, que se la deja en la mitad del campo a un jugador del Leganés, este ve solo escorado a la izquierda a Omar que tras recibir el pase lejano en el vértice del área, encara en diagonal, se para ante la presión de Luisinho, pasa a compañero, Víctor Díaz, que se incorpora desde atrás con Marlos llegando tarde. El centro de este es respondido por la defensa del Dépor adelantándose malamente ya que dejan totalmente solo a Gabriel que remata con la buena fortuna de que el balón pega en el palo y se mete en la portería. Ni Arribas ni Albentosa se preocuparon del centrocampista brasileño.
El resto del partido fue un intento desesperado de los locales para empatar.
Pudo sentenciar el Leganés con el partido totalmente roto si Luciano hubiera rematado un balón cuando solo tenía al lado la compañía de Luisinho que quizás le hace penalti.
De poco sirvieron los cambios con la entrada de Babel, Fajr y Valle por Marlos Moreno, Lusinho y Bruno Gama. El ataque volvió a mostrarse romo y Andone se estrelló otra vez con el portero en una de sus mejores jugadas zafándose de dos defensas en el interior del área.
Poca explicación se le puede dar a este partido. Cuando todos en Riazor creían que su equipo por fin parecía encontrar la buena senda, el Leganés en menos de diez minutos puso fin a las expectativas que habían durado desde el verano. Una derrota muy dura, un baño de realidad que expone las vergüenzas de este equipo, con graves carencias en ataque, a pesar de las buenas impresiones de hoy, y también en la defensa. A esto habrá que añadir la facilidad para perder partidos a priori fáciles y encarrilados como el de hoy; sin revulsivos como Lucas, debe preocupar desorientación en la que cae el equipo, sin jugadores fuertes sobre el campo, capaz de sobreponerse a una situación inesperada.
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