La difícil entrada de los autobuses urbanos en la ciudad

Taxistas, encargados del transporte urbano koruñés y hasta el Ayuntamiento están poniendo objeciones al plan de la Xunta para acabar con los límites que hasta ahora han impedido una circulación constante de autobuses metropolitanos por el centro de la ciudad.

El tráfico como excusa
De sobra es conocido el desastre circulatorio que se sufre en gran parte de Koruña, especialmente en el centro. Los nuevos túneles de la Marina han incluso empeorado el tránsito de los coches y sobre todo de vehículos de grandes dimensiones que durante las últimas semanas han sido noticia por quedar atrapados en los túneles o impedir su acceso a los mismos.

La situación caótica exige cambios significativos en el orden del tráfico. Hasta ahora, cualquier medida que afecte al transporte privado ha sido atacada brutalmente. Podemos recordar los carriles bus que fueron creados en la época del socialista Losada. Duraron dos telediarios con Negreira. Experimentos como aparcamientos disuasorios han sido un completo fracaso, la gente no quiere bajarse de su coche hasta quedarse a tres pasos de su lugar de destino. Ahora, una buena iniciativa como la mejorar el transporte público metropolitano es nuevamente torpedeado desde la ciudad, especialmente por los afectados: taxistas y responsables de los buses municipales. Ejemplos parecidos podemos encontrar en Alvedro donde los pasajeros deben pasar por la caja de los taxistas con un servicio de buses que parece de la república más atrasada de África.

La Marea... muerta
Llevamos más de un año, tiempo suficiente, con la Marea Atlántica gobernando el Ayuntamiento. La inutilidad de su gestión (no me valen los victimismos con los que se suelen escudar para librarse de las críticas) es palpable. Sí, son expertos en obstaculizar cualquier iniciativa para dejar todo paralizado... A cambio sueltan vaguedades y bonitos discursos de mundos de colores. Esta vez, a uno de los concejales, el de movilidad,  se le ha ocurrido para oponerse a la medida de la Xunta, que no se ha hecho un estudio meticuloso sobre los requerimientos de los usuarios en la decisión de poner paradas en el centro de la ciudad. Luego habla del futuro papel de la nueva Estación Intermodal (vamos otro pegote más como el que tenemos ahora en la estación de buses).  Ya se olvidan que en su programa político prometían algo parecido a lo que ahora rechazan. ¿Sera solo por motivos políticos?  Lo más desesperante es que este señor concejal no es capaz de coger la idea de la Xunta y darle un impulso proponiendo facilitar la entrada y reducción de tiempo de viaje de los usuarios de la metropolis. Es necesario crear vías rápidas por la que circulen estos buses, exclusivas para el transporte metropolitano, con las que se pudiera bordear la ciudad sin agravar los problemas ya existentes en el tráfico. Ahí tenemos corredores como el de la zona litoral del lado de Riazor-Orzán hasta el extremo de la ciudad donde debería haber una zona de estacionamiento de buses, conectaría con la Avenida de Alfonso Molina.

Pero qué es Tranvías de A Coruña S.A
La empresa que controla el transporte público de Koruña es privada y pertenece a la familia Prada Muradás y es presidida por José Antonio Prada, sin embargo no se sabe quién es el máximo accionista de la compañía. En 2015 ganó 4,4 millones de beneficios, cifra en la que van incluidos los alrededor de 8 millones de euros que el Ayuntamiento le paga anualmente para compensar los descuentos que se hacen en el billete a ciertos colectivos sociales. De este dinero unos 600000 euros es repartidos entre tres de los directivos de la compañía (a  más 200000 por cabeza). Mucho dinero en juego para dejar que en el negocio pueda entrar competencia.