El último héroe blanquiazul
Hacía mucho tiempo que el deportivismo no contaba con un jugador talismán que aunase carisma, técnica, liderazgo junto al origen koruñés. Todas esas características las tiene Lucas Pérez, un chaval de barrio que como cuenta en la entrevista luchó desde que era un niño para convertirse en un futbolista profesional.
Lucas Pérez señalando al escudo del Dépor con rabia |
Un tipo de barrio
Lucas aprendió a darle a balón en las calles en su barrio de Monelos y en otros de la ciudad, fútbol de asfalto. Según él, hay una diferencia entre los que aprenden a jugar en campos de fútbol y en la calle. Su manera de hablar, ese deje de barrio, hace que Lucas sea como ese colega o vecino que juega en el Dépor. El carácter afable y el amor incondicional que profesa al club más la entrega partido a partido que muestra corriendo y luchando en el campo -y fuera con sus comentarios (locuaz mucho, como deja claro al final del programa)- convierten a Lucas en algo más que un delantero letal... es lo más cercano a ver un hincha del Dépor entre los 11 jugadores sobre el campo, un líder, un héroe que sigue, como escuchamos en la breve autobiografía que hace, los pasos necesarios que convierten a un mortal en mito, desde su partida al regreso triunfante a casa después de luchar contra todo tipo de adversidades, los enemigos los mata en la Play Station jugando al Halo.
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